Vivimos tan apresurados, llenos de responsabilidades, de compromisos laborales y sociales, que muchas veces dejamos de lado aspectos muy importantes de la pareja.
Uno de ellos es el diálogo. Si bien todos somos más o menos concientes de la importancia de la comunicación entre las personas, más aún con nuestra pareja, son pocas las veces que lo llevamos a la práctica.
Sobre todo en el caso de las parejas con hijos y aquellas que ya llevan varios años conviviendo, son pocos los espacios que se permiten para sentarse a practicar el diálogo en la pareja y fomentar la buena comunicación.
La crianza de los hijos, las preocupaciones, las presiones económicas, pueden tenernos demasiados ocupados como para tomarnos un respiro y sentarnos a charlar en profundidad con nuestra pareja.
Es por ello que se hace necesario recordar que una relación sólida, se basa en la buena comunicación y diálogo de la pareja.
En ocasiones puede pasar que, al perder la sana costumbre del diálogo en la pareja, al momento de sentarse a conversar no sepamos qué decirnos o preguntarnos.
Preguntarse sobre los sueños, las necesidades y los deseos de cada uno, puede ser un buen tema para iniciar un buen diálogo en la pareja.
Hablar acerca de la familia de cada uno, acerca de lo que han hecho en el día y de cómo ha sido éste, puede ser el puntapié inicial para encauzar una buena comunicación.
Expresar qué es lo que nos atrae del otro y cuáles en cambio son las actitudes que nos enojan y nos generan rechazo, puede llevarnos a encaminar la relación.
Aprovechar esos momentos para aclarar malos entendidos del pasado, para hablar con serenidad de las crisis que atravesamos y hablar sobre los proyectos comunes es necesario para tener un diálogo maduro y constructivo.
A veces podemos sentir que nos conocemos tanto, que no es necesario el diálogo, pero poner en palabras todo lo que nos pasa y sentimos, y poderlo expresar abiertamente con la pareja, no sólo es saludable emocionalmente para nosotros, sino también para fortalecer el vínculo con la pareja.
Es cierto que para sentarse a dialogar, se necesitan ganas y tiempo, ¿pero no piensas que bien vale la pena dedicarnos al menos unos minutos de nuestro día a sentarnos y conversar en pareja?
Imagen de epsos.de tomada de Flickr