Las personas tenemos diferencias pero también, semejanzas muy importantes. Desde el punto de vista de la psicología existe un punto en común muy importante: el deseo de ser feliz, el anhelo interior de crecer como persona de un modo incondicional. La única diferencia reside en que cada persona encuentra su alegría en un fin diferente. Una persona solitaria aprecia los momentos de calma, mientras que a un líder le encantan los eventos de grupo. Esto hace que las relaciones personales sean tan fascinantes. ¿Qué es la felicidad?
El proceso de búsqueda interior que no termina nunca puesto que una persona de 80 años también tiene vivo su corazón con metas de presente. Aunque la felicidad no está condicionada por el factor edad, nuestro nivel de expectativas va cambiando. Seguramente, tus sueños de adolescencia no sean los mismos que tienes a día de hoy. Lo mismo ocurre a tus amigos. Por tanto, la felicidad es ese objetivo que se sustenta en valores e ilusiones que actualizamos de manera frecuente.
Conviene no confundir la felicidad con el sentimiento puesto que los sentimientos son cambiantes. De hecho, es probable que en un solo día tengas episodios de diferente tipo y vivas instantes de alegría, otros de enfado y otros de ilusión. Por tanto, la felicidad no está en la superficie de las cosas sino en lo profundo del vivir. Para alcanzar esta plenitud existencial debes aprender a mirar a aquello que está en la raíz de tu propia esencia.
En busca de la felicidad
La felicidad está llena de tópicos que llegamos a tomarlos como ciertos de tanto que los repetimos por puro convencionalismo social. Por ejemplo, el momento más feliz del año no son las vacaciones. Si fuese así, deberíamos cuestionarnos qué valor damos a nuestro día a día marcado por el trabajo, la rutina y las ocupaciones. La verdadera felicidad surge de tener un nivel de satisfacción alto con el presente. Comenzando por apreciar los detalles de un lunes.
La verdadera felicidad surge del valor de vivir la vida a plena conciencia. Cuando nos obsesionamos por ser felices, es probable que nada llegue a satisfacernos realmente. Ocúpate de vivir siendo coherente con tus valores, creencias y propósitos. Y si asumes este reto, la felicidad vendrá de una forma natural a tu propia experiencia de vida.
La felicidad está en muchos lugares distintos. También está en los sueños. Recuerda esos días en los que has comenzado la jornada con una sonrisa porque todavía conservas el recuerdo dulce de un sueño que alimenta tu mente con vitaminas de amor. Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo pero dormir no es una pérdida de tiempo. De hecho, es un placer físico y emocional.
La felicidad también conecta de forma directa con los sentidos. Por ejemplo, muchas celebraciones familiares se organizan en torno a la mesa para brindar por un momento compartido. La contemplación estética que conecta con el sentido de la vida también produce gozo. La música eleva los sentidos a través del sentido del ritmo que mueve cuerpo y corazón al ritmo del baile del tiempo.
Qué vas a hacer para ser feliz
Y sin embargo, vivimos tan deprisa que, a veces, parece que estamos anestesiados. Viviendo a mitad de camino entre una existencia a medias y la verdadera alegría. Pese a que es probable que en Navidad y en tu cumpleaños hagas un balance de tu situación presente, te animo a que pongas en perspectiva hoy mismo, qué quieres en tu vida, qué es aquello que de verdad te importa, qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo, qué vas a hacer partir de ahora y cuándo quieres que ese cambio se materialice.
Muchas frases filosóficas de amor y felicidad pueden ayudarte a reflexionar sobre este sentimiento universal. Martin Heidegger afirma: «Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande». Haz las cosas a tiempo. Di te quiero ahora y no esperes a arrepentirte de no haber expresado tus sentimientos.
Una respuesta a “Qué es la felicidad”
Me gustaría poder encontrar un hombre de unos 48a 60 años divertido alegre y Cristiano