Existen distintas encrucijadas que pueden producirse en el ámbito sentimental. Estar en pareja y empezar a sentir interés por una tercera persona es una situación que puede derivar en desenlaces muy diferentes. Cuando una persona mantiene una relación paralela, suele experimentar luchas internas, dudas intensas y preguntas importantes. Cuando los implicados en un triángulo sentimental son verdaderamente conscientes de la posición que ocupan en la historia, también evolucionan en sus expectativas. Por ejemplo, quien desempeña el papel de amante tal vez se canse de vivir una relación clandestina. Y espera que su amor tome la decisión de romper con su pareja. Infidelidad: cómo diferenciar el amor verdadero y el deseo que alimenta la atracción. ¡Descubre cómo diferenciar el sentimiento profundo de otros ingredientes que, aunque se le parezcan, son diferentes a nivel afectivo!

Cómo diferenciar el amor verdadero y el deseo para no caer en una infidelidad

¿Cómo distinguir el deseo y el amor para no confundir los sentimientos hacia otra persona al estar en pareja? ¡Descúbrelo!

1. El deseo es caprichoso, sin embargo, el amor verdadero es más maduro

¿Por qué decimos que el deseo es caprichoso? Porque una persona sí puede sentir atracción hacia otra incluso si tiene una relación estable. Desde la mirada del deseo, hay alguien que se presenta como apetecible y deseable. Sin embargo, no es inevitable caer en la tentación del deseo. Aunque su fuerza sí puede ser intensa si se mantiene el contacto con ese alguien que despierta nuevas sensaciones. «Es afecto muy distinto el quererse con deseo o el amarse con cariño», recordamos una de las frases sabias de amor de Agustín Moreto.

2. El deseo se mitiga con el tiempo, mientras que el amor verdadero crece

La fuerza inicial del deseo convertido en atracción, cuando no se complementa con el enamoramiento, va apagándose poco a poco. Es decir, su intensidad no permanece al mismo nivel durante años. Por el contrario, el amor verdadero, cuando es recíproco y correspondido, sí experimenta una continuidad. De este modo, el sentimiento adquiere una mayor firmeza, solidez, estabilidad y confianza. El tiempo permite identificar con claridad el enamoramiento, el amor verdadero o la atracción física (cuando se presentan unidos o por separado).

3. El deseo gira en torno al componente sexual, el amor alimenta el conocimiento profundo

El deseo muestra una parte reduccionista de la historia que puede llegar a vivirse con otra persona. El interés y los momentos compartidos se alinean con la atracción y el componente sexual. El amor verdadero, por su parte, tiene un gran alcance puesto que favorece el conocimiento sincero del otro a nivel holístico: modo de ser, familia, amigos, aficiones personales, entorno, intimidad, infancia, planes de futuro… Cuando una persona únicamente desea a otra, no sabe quién es el otro realmente. Únicamente descubre algunos aspectos superficiales.

4. El deseo no se basa en el compromiso que nutre el amor

En el amor verdadero existe un compromiso claro para conocer y compartir tiempo de calidad con la otra persona. El lazo que se crea a partir del deseo es muy débil, ya que la pasión no consigue superar grandes obstáculos y adversidades que pueden surgir en la relación. Sencillamente, el deseo no se alinea con la intención del compromiso y las relaciones duraderas. El amor verdadero, por su parte, sí se complementa con un valor que impulsa el sentimiento hacia el futuro.

5. El deseo aprecia la belleza física, el amor también contempla el atractivo interior

El deseo se despierta a partir de una atracción que conecta con la parte física. Quien siente deseo percibe belleza en el otro. Pero esa belleza se reduce principalmente a su aspecto exterior. El amor verdadero, por otra parte, capta matices y detalles únicos sobre el modo de ser y el mundo emocional del otro. Aunque también es importante diferenciar entre amor y costumbre.

6. El deseo puede nublar la razón, el amor verdadero tiene en cuenta lo que conviene

El deseo se centra en la fuerza del instante y la inmediatez. El amor sincero, por su parte, sí se relaciona de forma positiva con la paciencia y la espera. En el primer caso, es posible que llegue a nublar la razón. De este modo, cuando un instante de deseo se supera, el punto de vista de una situación cambia. Por el contrario, recuerda que el amor verdadero sí tiene en cuenta lo que es más conveniente a nivel lógico, racional y afectivo. Una persona que está enamorada y quiere iniciar una nueva vida, toma la determinación de romper con su pareja para implicarse en un nuevo compromiso.

Conclusión: el amor y el deseo son muy diferentes, aunque se parezcan en apariencia

Las diferencias entre amor y deseo, principalmente, se sienten a nivel interno. Mientras que el amor aporta estabilidad, cuidado y bienestar, el deseo vinculado con la infidelidad mueve los cimientos de la vida personal. La tentación del deseo hace que se tambalee todo lo construido alrededor de una historia de amor que experimenta una oposición: la atracción física intensa hacia otra persona. Hay una película que profundiza con maestría en torno a los vértices del deseo: Match Point, dirigida por Woody Allen. El protagonista de la trama, un profesor de tenis que se adentra y se posiciona en la alta sociedad londinense, siente un intenso deseo hacia Nola Rice (en una historia que pasa por diferentes etapas).

 ¿Cuáles son las diferencias más importantes que marcan una distinción entre el deseo y el amor verdadero en el marco de una infidelidad? ¡Comparte tu respuesta y añade tu comentario!