En ocasiones, cuando una persona supera los 50 años, llega a la conclusión de que una de las cosas que le gustaría hacer de otra forma si tuviese la oportunidad de volver al pasado es no perder el contacto con amigos que fueron importantes.
Existen distintos factores que actúan como un punto de inflexión en los vínculos afectivos: la distancia geográfica, una nueva etapa en la vida familiar o el exceso de ocupaciones hacen que, poco a poco, la comunicación quede en el pasado de manera gradual.
Perder un amigo puede costar muy pocos días. Crear confianza con una nueva persona, por el contrario, requiere de más tiempo. ¿Cómo superar las dificultades para mantener buenos amigos a cualquier edad? En el blog de mobifriends te damos algunas ideas para lograr este objetivo.
1. Haz que la amistad sea una prioridad en tu vida
De poco sirve que en la teoría alguien afirme que la amistad es un valor esencial en su existencia, si luego en la práctica demuestra un desinterés frecuente hacia aquellos que le rodean. Demostrar la amistad requiere de un compromiso.
Y eso significa que no siempre es fácil estar a la altura de las circunstancias de aquello que tú mismo esperas de un buen amigo (es positivo que ofrezcas el nivel de implicación que esperas recibir). Pero, a su vez, hoy en día existen tantas formas de comunicación que encontrarás el modo de estar más cerca de las personas que son importantes para ti, incluso en la distancia.
2. Deja el orgullo de lado
Una relación de amistad verdadera no sobrevive al orgullo frecuente de alguien que no deja espacio para que el otro se exprese y de manifieste tal y como es. El ego no busca el bien común. Por el contrario, la humildad produce el efecto opuesto. Dejar el orgullo de lado significa, por ejemplo, tomar la iniciativa para pedir perdón, aprender a escuchar más o no cometer el error de dar más importancia a los asuntos propios que los ajenos.
Todo ser humano está inmerso en un proceso constante de aprendizaje a nivel vital. Una experiencia que supone una dosis de humildad en sí misma.
3. Deja siempre la puerta abierta
En ocasiones, puede ocurrir que las circunstancias que acompañan a una amistad sean poco favorables para compartir más tiempo en común. Tal vez un amigo viva a tantos kilómetros de ti que te resulte difícil visualizar un futuro en el que ambos sois grandes confidentes.
Sin embargo, la vida tiene tantas sorpresas, tantos giros inesperados y tantos cambios que el contexto de una historia puede cambiar de forma significativa a partir de un momento determinado.
Por ejemplo, quizá después de la jubilación, una persona se reencuentre con un amigo de juventud. Pero cualquier reencuentro es más sencillo cuando alguien ha dejado la puerta abierta para que se produzca. Las frases de amor y amistad son la expresión de esta inteligencia emocional.
4. Supera la frustración por las expectativas no cumplidas
En ocasiones, depositamos altas expectativas en buenos amigos que no dejan de serlo por el hecho de no cumplir con aquello que habíamos esperado. Cada uno deposita sus propias ilusiones en un nuevo vínculo. Y las verdaderas relaciones son aquellas que no quedan condicionadas por las interpretaciones subjetivas.
La verdadera amistad es aquella que fluye, aunque en algunos momentos lo haga con mayor intensidad que en otros. Y las expectativas llegan a obstaculizar el desarrollo de una historia en la que cada uno anticipa algo que muy posiblemente no ocurra tal y como había esperado.
5. Ayuda a tus amigos a conocer a nuevas personas
Eres un buen amigo cuando dejas una huella positiva en la existencia de otro ser humano. Es decir, cuando tu influencia en su destino es favorable. El lazo que existe entre dos personas que tienen una confianza sincera, con frecuencia, da lugar a nuevos vínculos.
Puedes presentar a dos amigos que comparten aficiones en común para que tengan la posibilidad de disfrutar de esas actividades en compañía.
6. Márcate objetivos de amistad a corto plazo
¿Cómo mantener una amistad a largo plazo? Solo lograrás ese propósito si comienzas por definir metas realistas que sean más inmediatas. Por ejemplo, concreta en qué momento de esta semana quieres llamar por teléfono a ese amigo con el que hace un tiempo que no mantienes una conversación.
Todo aquello que haces ahora para fortalecer una amistad, influye de forma significativa en la evolución potencial de ese vínculo. Del mismo modo, todo lo que no haces tiene consecuencias que van más allá de lo inmediato.
Es posible cometer el error de realizar una acción esperando un resultado determinado. Sin embargo, es recomendable no anticipar aquello que no ha ocurrido todavía. Por el contrario, cuando te implicas en una amistad, y haces balance de ese vínculo desde la perspectiva del paso del tiempo, observas la evolución existente en este lazo afectivo.
¿Cómo superar las dificultades para mantener buenos amigos? El deseo de buscar amigos nuevos no alcanza su verdadero potencial si no está acompañado por el propósito de cuidarlos: con paciencia, empatía, comunicación asertiva y esperanza.