La dependencia emocional produce sufrimiento a tantas personas que viven una relación de pareja de un modo reduccionista, es decir, haciendo de ese amor un todo absoluto. Esto hace que el protagonista no disfrute de muchas áreas de su vida de las que podría disfrutar plenamente en una relación de pareja sana y positiva. Una relación en la que estar juntos se convierte en una suma, y no en una resta. Para eliminar la dependencia emocional en la pareja es muy importante, en primer lugar, que uno de los dos o ambos tomen conciencia de que hay un problema de actitud que produce sufrimiento. Solo cuando te das cuenta de que hay algo que no va bien, consigues dar ese primer paso más importante.
A veces, las parejas tardan más tiempo del deseado en solicitar ayuda porque se encierran tanto en sí mismas que se retroalimentan en sus propias creencias distorsionadas del amor. Es decir, les falta el punto de vista complementario de amigos y familiares. Uno de los síntomas de una relación de dependencia es que los protagonistas comparten pocos momentos de amistad verdadera con otras personas. Pero además, también tienden al descrédito de ciertas opiniones que son contrarias a lo que quieren escuchar, a pesar de ese dolor interior tan profundo.
Psicología frente a la dependencia emocional
Para romper con la dependencia emocional también es muy importante fomentar el empoderamiento femenino para romper con los límites de la diferencia de género en una sociedad en la que el machismo, a veces está enmascarado en la propia cultura. Por ejemplo, conviene romper con el estereotipo de la mujer indefensa y desvalida que necesita la protección de su príncipe como en los cuentos. Una mujer es fuerte, autónoma y capaz de lograr sus sueños por sí misma.
La dependencia emocional también se define por la sensación adictiva de esa relación que se necesita como el aire para respirar. Es decir, el protagonista siente que sin la otra persona, nada sería lo mismo. Esto hace que haya parejas que rompen y vuelven constantemente en una relación intermitente que no va a ninguna parte. La terapia psicológica es terapéutica para superar este sufrimiento, identificando las creencias que están en la base de esta forma de pensar y de sentir, dando lugar a nuevas estrategias de desarrollo personal.
Detrás de la dependencia emocional se esconden pensamientos del tipo: «Le quiero mucho y no puedo dejarle». La realidad es que si de verdad quieres dejar a alguien, puedes hacerlo. Cuando una persona no da el paso, es porque existe algún motivo por el que prefiere seguir cerca de ese alguien. Y este es precisamente un factor de dependencia. El enganche psicológico puede ser tal que una persona puede llegar incluso a mentir a su entorno más cercano para ocultar la realidad que está pasando.
El miedo al compromiso o falta de amor también es una causa recurrente de dolor cuando no hay expectativas comunes en un vínculo.
Amar desde la libertad
Las personas que sufren dependencia llegan a establecer pactos totalmente ilógicos en el seno de la relación. Por ejemplo, facilitar la dirección de correo electrónico a la pareja cuando en realidad, este tipo de comunicación es privada. Las frases de amor no correspondido duelen, sin embargo, duelen más cuando te niegas a ver lo evidente de una historia que no es para ti. Amar desde la libertad es conquistar lo más importante de tu vida: la autoestima de saber que te mereces lo mejor. Hoy, mañana y siempre.