Celebrar la vida

Lo cierto es que a veces pensamos que solo existe una forma de vivir, sin embargo, afortunadamente existen muchas, al menos, esto es lo que compruebo en mi rutina diaria cuando me paro a observar con detenimiento y también con agradecimiento a aquellos que me rodean. Afortunamente, todavía existen muchas personas que son ajenas a la obsesión por el tener, y prefieren invertir su tiempo en estudios antes que en trabajar para comprar un coche caro. Lo cierto es que el saber no sólo influye en el éxito profesional sino también personal puesto que en última instancia el conocimiento es un horizonte de libertad. Una puerta abierta para ir más allá de lo evidente y de lo aparente.Tal vez por este motivo, soy consciente de que los seres humanos deberíamos aprender a celebrar la vida sin que exista una fecha en concreto como referencia. Es decir, está muy bien festejar la navidad, los cumpleaños o el aniversario, sin embargo, ¿qué pasa con el resto del año? Cualquier momento es bueno para  celebrar la vida y de hecho, en cualquier día es posible encontrar un motivo de encuentro festivo con el otro. Simplemente, se trata de tener imaginación y buscar razones para dar las gracias.

El verano, sin duda, es un momento ideal para poder realizar planes en compañía de la pareja o los amigos. Planes que sirven para reforzar la amistad y también el amor puesto que los lazos interpersonales se renuevan con el paso del tiempo, de lo contrario, se marchitan y mueren. La indiferencia sólo destruye el afecto.

En verano puedes programar un encuentro con un amigo que vive lejos y realizar un viaje de fin de semana. Pero además, también puedes buscar otras muchas fechas para celebrar: por ejemplo, puedes celebrar el aniversario de tu fin de carrera o de doctorado, quedar con los amigos para celebrar que hace ya varios años superaste una enfermedad o hiciste frente con éxito a una operación, del mismo modo, puedes organizar un plan divertido con un amigo para celebrar que hace ya varios años que os conocéis.

Merece la pena ser original y diferente en este sentido porque existen infinitas formas de vivir pero lo cierto es que al final del camino importan menos los éxitos profesionales que los éxitos personales. Además, el encuentro con los amigos y la alegría que surge de una celebración ayuda a restar negatividad a otra situaciones de la vida cotidiana que son más difíciles de soportar como sucede en ocasiones con el estrés laboral.

Sin duda, igual que dice la canción de David Bustamante, Celebra la vida y descubrirás el milagro de sentirte vivo cada mañana.