Existen situaciones que ponen a prueba la autoestima, vivencias que nos hacen sentir vulnerables en nuestro propio autoconcepto. El desamor, el sentimiento de desgarro que produce la desilusión sentimental, es una de las principales pruebas que la mayoría de las personas, viven en algún momento. La autoestima es una gran inversión que podemos hacer en nuestro propio beneficio, una forma de amor que con frecuencia, es la gran olvidada en nuestro orden de prioridades.
Sabemos que somos importantes, sin embargo, en muchos momentos podemos llegar a olvidarnos incluso de nosotros mismos, dando más importancia a los vínculos que tenemos con los demás.
Generalmente, cuando la autoestima de una persona se viene abajo como consecuencia de un amor no correspondido es porque concluye, a partir de este desamor, que la decisión del otro tiene algo que ver con su valía personal.
Sin embargo, es importante que tengas presente que tu valor es exactamente el mismo tanto cuando estás felizmente enamorado y eres correspondido como cuando sufres una situación menos agradable, por ejemplo, una ruptura.