El enamoramiento centra la atención del argumento de muchas películas que, por el contrario, no se adentran en la fase de un amor maduro. Aquel al que se dirige una relación con el paso del tiempo cuando la intensidad de los inicios queda atrás.
¿Cuáles son las características de esta forma de amar? Estos son los rasgos que identifican el amor maduro en una relación de pareja.
1. Libertad
La relación propicia el desarrollo personal de ambos. La pareja se siente libre para mostrarse tal y como es. No existe el deseo de que el otro cambie sino aceptación incondicional del ser amado. Una aceptación que no solo abraza las virtudes, sino que comprende los defectos.
2. Compromiso con un proyecto en común
Una de las razones por las que no es positivo pensar en boda en la etapa de enamoramiento es porque, en ese momento, el enamorado tiene una visión ideal de sí mismo, de su pareja y de la realidad. Y un matrimonio es una decisión de futuro que produce un cambio significativo en el destino de quien pronuncia “sí, quiero”.
Por el contrario, el amor maduro es ese periodo en el que una pareja comparte un proyecto de vida en común. Y, a su vez, se compromete con el cumplimiento de objetivos felices para ambos. Algunas parejas llegan a celebrar sus bodas de oro junto a la familia que han formado.
Pero eso no significa que el amor maduro no pueda terminar antes en algún momento como consecuencia del desgaste de la convivencia o de otros factores.
3. Comunicación asertiva en la relación
El amor maduro no solo se manifiesta en los momentos felices cuando resulta fácil hablar de ilusiones, planes, sentimientos y expectativas. Pero en una relación también existen contradicciones, confusiones, dudas y momentos de crisis. Situaciones en las que es importante que cada uno exponga sus motivaciones, sus sentimientos y su realidad de forma asertiva.
Los conflictos también surgen en la etapa de amor maduro. Pero una pareja también puede disponer de recursos y herramientas para resolver esos momentos de cambio.
4. Resiliencia
Las parejas que se aman de este modo han fortalecido su relación a partir de los obstáculos individuales y compartidos. Esta resiliencia, contextualizada en el ámbito del amor, hace referencia a la capacidad que la pareja tiene de ilusionarse, redescubrir la alegría y vivir el presente, a pesar de haber conocido la tristeza o el sufrimiento.
Las expectativas de una pareja también se rompen. Y, sin embargo, la resiliencia es clave para superar ese tipo de decepciones. Este amor es resiliente, incluso, porque sobrevive a la distancia y a la añoranza.
5. La evolución del amor maduro
Una historia de amor de estas características es aquella que presenta una evolución. De este modo, a partir del presente, puedes poner en perspectiva el crecimiento de esta historia desde el primer encuentro. El amor maduro no se afianza desde la inmediatez, sino desde la paciencia y la calma. Por tanto, para que una relación alcance esta etapa necesita tiempo.
Pero, a su vez, necesita mucho más que eso. El tiempo no lo dice todo en una relación puesto que existen parejas que, a pesar de estar aparentemente unidas, se encuentran distanciadas a nivel emocional. Permanecen en la relación pero estancadas en una situación de infelicidad.
Lo verdaderamente significativo de los días en una relación de pareja, es aquello que los protagonistas hacen en ese espacio temporal compartido en común. Por ejemplo, comparten momentos de calidad y crean una rutina significativa para ambos.
El amor se define, en esencia, por la inmensa alegría que produce la presencia del otro.
6. Bienestar individual
El amor maduro no se centra únicamente en la belleza de un universo para dos. No se puede construir una felicidad compartida si no existe un bienestar individual. Por ello, el autocuidado y la atención a las necesidades individuales también son claves en este contexto.
7. Sinceridad en el amor maduro
Los enamorados se dicen la verdad y son sinceros. Pero tienen empatía con los sentimientos del otro al exponer el punto de vista propio. Ser sincero no implica decir siempre lo que uno opina, sino sumar todo aquello que enriquece la relación. Las frases sabias de amor, aquellas que parten de la experiencia, son habituales en este escenario vital.
8. Estabilidad en el amor maduro
La pareja toma decisiones desde la base de una relación con cimientos fuertes. Por tanto, el amor maduro se diferencia del amor infantil en aspectos muy significativos. A su vez, este sentimiento también se diferencia de la ilusión del enamoramiento. Es más sereno pero también es más fuerte.
En este periodo, existe un mayor equilibrio entre razón y sentimiento. Por tanto, es posible buscar pareja en la madurez y vivir la magia del enamoramiento, Pero, en otros casos, es el propio amor el que muestra su perspectiva más sólida como ocurre en el caso de aquellas personas que comparten una historia inolvidable.