El miedo al rechazo puede llegar a producir un bloqueo que conduce a la evitación de aquel que, a pesar de querer tomar la iniciativa de abrir su corazón, decide no hacerlo. El miedo se convierte en esa voz interior que anticipa un desenlace negativo.
El miedo no es negativo en sí mismo, sin embargo, puede llegar a determinarte cuando te sientes pequeño a su lado. Y si existe un rechazo que duele especialmente es el de la persona que te gusta. Pero eso no significa que este dolor no pueda superarse. En el blog de mobifriends te damos cinco consejos para ayudarte.
1. Duele más la duda eterna
Puedes poner en una balance el desgaste que produce este miedo al rechazo, con la situación opuesta de una duda que no se resuelve.
Cuando tomas la iniciativa te expones a recibir una negativa, pero también tienes la posibilidad de conocer la verdad. Y este es un bien muy importante cuando quieres saber una respuesta definitiva antes de pasar página.
Por tanto, para superar el miedo al rechazo de la persona que te gusta no te enfoques únicamente en esa posibilidad de la no correspondencia, sino también en la libertad que te aporta la verdad.
2. Relativiza ese momento
Ese momento no es un instante feliz, pero eso no significa que debas dramatizarlo. Al contrario, relativiza ese momento al recordar que se trata de un instante que en algún momento habrás olvidado.
Además, que esa persona tome esa decisión no tiene nada que ver contigo, por tanto, no te culpes por el transcurso de los acontecimientos. Por otra parte, recibes una negativa pero tienes otros muchos motivos para dar gracias a la vida.
Puedes seguir ampliando este razonamiento para relativizar esta situación. Por ejemplo, la desilusión produce dolor, pero tú tienes recursos de superación personal para afrontar esa realidad. Además, este miedo es bastante frecuente, de hecho, la mayoría de los enamorados lo han sentido en algún momento.
3. No vivas en la anticipación de aquello que puede pasar
El rechazo puede ocurrir, pero tal vez no suceda nunca. Pero, además, incluso aunque ese capítulo sí se dé en la realidad, quizá no suceda en la forma que tú habías imaginado.
¿Cuántas veces te has anticipado a situaciones que, finalmente, nunca pasaron? Intenta recordar esa posibilidad con más frecuencia para no perder el tiempo presente en la anticipación de una hipótesis.
El miedo al rechazo te mantiene en el plano de las hipótesis, como consecuencia de este temor no abres tu corazón y, de este modo, no conoces la respuesta del otro.
No vivas en la anticipación de aquello que puede pasar, tampoco, para dar por supuesto un desenlace feliz que no conoces todavía.
4. Tal vez esa persona te guste menos después del rechazo
Conoces a una persona a través de sus palabras y su comportamiento. El riesgo de idealizar a alguien es que te enamoras de él más por aquello que has imaginado que por sus cualidades.
Además de no anticipar el momento del rechazo en sí mismo, tampoco te centres en cómo puede ser el proceso posterior. Ya que, puede ocurrir que cuando finalmente sepas qué siente por ti la otra persona, te des cuenta de que tú tampoco estabas tan enamorado.
A veces, los mensajes de amor no correspondido o las frases de amor imposible te hacen tomar conciencia de que ha llegado el momento de despedirte de esta historia, incluso estando enamorado.
5. Ten en cuenta aquello que tú has aconsejado a otros amigos
Tal vez hayas acompañado a algún amigo en la superación de este tipo de temor. ¿Qué has sugerido a esa persona cuando, desde tu punto de vista externo, has querido ayudarle con un mensaje esperanzador? Ahora puedes poner en práctica aquellas sugerencias.
Si no recuerdas un momento en el que hayas aconsejado a alguien sobre este tema, puedes imaginar este escenario. ¿Qué le dirías al protagonista? Escribe esas palabras en un papel. Del mismo modo, ten en cuenta las palabras de aquellos amigos que, desde su percepción y experiencia, desean darte ánimo.
Si deseas buscar pareja, concéntrate en la ilusión de encontrar a una persona especial en lugar de enfocarte en la inseguridad de que el rechazo se produzca. No se trata de negar la realidad de que eso pueda pasar pero tampoco de vivir con el vértigo permanente de esa herida.
Finalmente, para relativizar el rechazo de la persona que te gusta recuerda que tú mismo eres libre de no corresponder a alguien que está enamorado de ti. El encuentro con tu propia libertad incrementa la empatía en esta situación.
¿Alguna vez has sufrido por el miedo al rechazo? ¿Qué hiciste entonces para superarlo y qué te gustaría aconsejar a quienes están condicionados por esta preocupación?