La amistad requiere de tanta constancia, paciencia y respeto como el propio amor. Tal vez en algún momento de tu vida has vivido la situación de sentirte herido por un amigo y has tenido dificultades para perdonar y pasar página. Generalmente, es el orgullo el que nos bloquea en este tipo de circunstancia, es decir, es el propio ego el que nos lleva a dar más importancia todavía al objeto de esa herida. Cuando en realidad, nos sentimos libres cuando perdonamos y nos reencontramos emocionalmente con ese amigo desde una perspectiva más madura.
Solo cuando has echado de menos de verdad a un amigo que te hacía bien con su presencia y su compañía, te das cuenta de lo que significa la verdadera añoranza. Existen amigos medicina, personas que con su buena energía enriquecen tu vida. Y más allá de las diferencias, es recomendable luchar por esas amistades, hacer algo por cultivar esos vínculos que suman salud emocional a tu existencia y te hacen dar gracias a la vida.