Existen parejas que siguen juntas a pesar de que la historia no va bien. Existen personas que se niegan a aceptar la realidad tal y como es por miedo a asumir un nuevo fracaso amoroso, por temor a empezar una nueva etapa y hacer frente a la soledad. Sin embargo, cuando una pareja está rota y llena de fisuras solo existen dos opciones.
O ambas partes ponen empeño, fuerza de voluntad y ganas para intentar hacer lo posible por rescatar la historia, o por el contrario, ha llegado el momento de dar carpetazo al asunto.